
La mecánica es simple en su planteamiento, pero muy arriesgada, como suelen ser las ideas de Morrison no obstante. Wayne reparte trabajo entre sus discípulos, dejando a Dick y Damian como los defensores de Gotham, a Batwoman patrullando las calles de Inglaterra, y a Barbara Gordon vigilando la red de redes. Con todos los puestos cubiertos, Bruce se reserva la nueva tarea de llevar la infraestructura de Batman a los países donde haga falta, comenzando en el primer número por intentar entrenar a un Batman en Tokio, en un viaje en el que lleva una acompañante de lujo: Catwoman.
Acompañando a Morrison en esta neva colección, encontramos a Yanick Paquette en los dibujos, tras su paso por la colección de los Young X-Men, y a Michael Lacombe en las tintas. Dicho primer número cuenta con varias portadas, pero la que merece la pena de verdad es la que os pongo aquí arriba, obra de ese increíble artista que es J. H. Williams III.
Fuente: Actualidad Cómic
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