Título en España: X-Men: Civil War
Título en EEUU: Civil War: X-Men nº 1 & Civil War: X-Men nº 2 & Civil War: X-Men nº 3 & Civil War: X-Men nº 4
Formato: Tomo tapa blanca, 96 páginas
Precio: 7.75 €
Editorial: Panini Cómics
Reseña:
Tenía ganas de leer esta miniserie por dos razones, una de ellas un poco con mala baba, las similitudes entre el Registro que da lugar a la Civil War y el Acta de Registro Mutante son más que evidentes. Si los mutantes de Marvel ya han pasado por una situación tan parecida, ¿cuál sería su postura frente a ella? Parece que en los altos cargos de La Casa de las Ideas se miró para otro lado y se decidió que esta guerra interna afectaría a todos los estractos del Universo Marvel, pero en muy menor medida a una neutral Patrulla-X.
En realidad, ya sabía, o intuía al menos, que este tomo, a pesar de llevar el título de Civil War (lo que sin duda habrá hecho que venda mucho más de lo habitual), poco o nada iba a aportar a la historia principal del gran crossover. En las páginas de la colección regular en grapa Bishop se dirigía a Iron Man mostrándose favorable a su bando, nada se nos explicó en ese momento y estabamos remitidos a este tomo para saber en qué consistía esa nueva alianza. Pues bien, igual hubiera dado que se hubiera dirigido a Stark que a Valerie Cooper porque la verdadera relación de Bishop con el Gobiernos de Estados Unidos es a través de la ONE, la Oficina Nacional de Emergencias. Entonces, ¿cuál es mi segunda motivación por leer la miniserie? El guionista, David Hine.
Desde hace tiempo, el nombre de David Hine está íntimamente ligado a los mutantes. Desde que se hizo cargo de la serie Distito X, en Marvel le han ido encargando varios trabajos relacionados con los crossovers de turno dándole la oportunidad de crear una historia que ha podido alargar hasta los tiempos de guerra civil. En la Dinastía de M hizo Mutopía X y en Diezmados, Los 198. Porque, en realidad, este tomo de X-Men no es más que una continuación de lo que ya leímos en Los 198, aunque intenta usar personajes de mayor renombre seguimos teniendo al malo de turno, John Dee, y al General Lazer para darle fluidez a una historia en la que se cuestiona una y otra vez lo adecuado que puede resultar que los mutantes estén recluidos en las proximidades de la Mansión. Esta vez sí que tenemos a Cíclope, Bestia, Bishop y compañía chupando cámara. De hecho, parece que hay un deje de rebeldía en los miembros de la Patrulla X original frente al bando pro-registro. Y hay una batalla entre los centinelas y los mutantes rebeldes... Pero poco más. Hay que hacerse a la idea de que la Civil War no estaba hecha para los mutantes y aprovecharon el talento de Hine para hacer una historia buena y entretenida, de seguir con su propia línea, y de cumplir con la deuda de sacar algo que relacione al resto de mutantes, a parte de Lobezno y X-Factor que tenga que ver con el crossover editorial del año.
En los dibujos tenemos a Yanick Paquette. No es que sean un derroche gráfico y que impresione desde las primeras páginas. Su estilo no es muy de mi agrado, algunos personajes parecen demasiado trastocados, Bestia o el Hombre de Hielo (aunque guarda cierto parecido con lo que ya hizo Bachalo). Una cosa que me ha gustado han sido los trajes de la época de Morrison que se ponen los cuatro protagonistas, un guiño genial, no sé si fue idea de Paquette o del propio Hine (que heredó muchas ideas del excéntrico guionista para sus primeros trabajos en la línea mutante).
En general, es un buen cómic. Si eres fan de Hine y de su trabajo continuista a lo largo de estos últimos años en Marvel, pues te gustará volver a saber de él. Si sólo quieres leer algo relacionado con la Civil War, no te lo recomiendo.
6/10
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