Hulk #10 Planeta Hulk: Anarquía

Título en España: Hulk #10 Planeta Hulk: Anarquía
Título en EEUU: Hulk nº 96 & Hulk nº 97 & Hulk nº 98 & Hulk nº 99 & Giant-Size Hulk nº 1
Formato: Tomo tapa blanca, 120 páginas
Precio: 8,60 €
Editorial: Panini Cómics

Reseña:

Segundo volumen con la continuación de la saga que está viviendo Hulk en otro planeta apartado completamente de los sucesos paralelos que están ocurriendo en la Tierra con la Civil War en todo su apogeo. Estoy descubriendo que Planeta Hulk no es un cómic de superhéroes al uso, simplemente tiene como protagonista a uno de los superseres más famosos y poderosos de todo el Universo Marvel, pero que tiene una forma de desarrollo y una historia completamente distinta a lo que estamos acostumbrados todos los lectores de cómic americano de superhéroes.

Guardando las distancias, desde que Hulk abandonó el planeta Tierra en su exilio, las historias tienen ciertas similitudes con un género no muy afortunado (si excluimos a Conan) como es el de la fantasía en cómic. El mundo en el que se mueve está a medio camino entre un imperio galáctico y poderoso y el Antiguo Imperio Romano, junto con las supersticiones, la esclavitud y las costumbres que todo ello conlleva. En el número anterior, Greg Pak, el guionista que se está encargando de toda la saga, explotó la figura de Hulk como un combatiente haciendo de éste un gladiador y relacionándolo con una serie de extraterrestres y seres de otras razas diferentes a la dominante (como le ocurre a Miek), que luchan de su lado y con las que termina entablando cierta amistad o camaradería.

En esta ocasión le toca el turno a una especie de viaje hacia la liberación definitiva. Sin embargo, el emperador ya ha clavado sus ojos en Cicatriz Verde (nombre con el que todos conocen a Hulk, incluso en los medios de comunicación del planeta en el que se encuentra) y no parará hasta matarlo. Las acciones del emperador, unidas a la fama que se ha ganado el coloso verde en el Gran Circo, harán que poco a poco se vaya uniendo más gente al héroe rebelde y contemplemos visos de un posible levantamiento del pueblo. Además, habrá más tramas paralelas a explotar, ya que los personajes secundarios que nos fueron presentados en el anterior volumen, siguen al lado de Hulk, y alguno sufrirá ciertos cambios de especial relevancia.

Pero hay factores que me hacen dudar de que Planeta Hulk sea una saga realmente buena, los hechos se desarrollan con demasiada rapidez, todo va a un ritmo demasiado acelerado. Quizá es que estoy desacostumbrado porque el que cada arco argumental sea tan corto y abarque un espacio de tiempo (relativo, que es un cómic) tan amplio no es algo que se vea muy a menudo. De todas formas se hecha de menos cierta profundidad en los guiones de Pak, está creando un mundo totalmente nuevo a partir de ideas habituales dentro del Universo Marvel, pero se limita a contar una historia en la que ni el propio protagonista tiene mucha evolución. Solamente al principio del tomo, Hulk sufre una pequeña crisis en su doble personalidad con Banner intentando retomar el control siendo consciente del peligro que supone el gigante verde para todo aquél (y aquello) que lo rodee.

Al margen de los cuatro números USA de la serie regular, en este tomo también se incluye un especial Giant-Size escrito por Peter David que nos remonta a una época pasada (en tiempos en los que existía un equipo formado por los Campeones compuesto por Ángel, Hombre de Hielo, Viuda Negra, Estrella Oscura, Hércules y Motorista Fantasma). Un número muy entretenido de leer con ciertos guiños hacia la continuidad actual y a la relación entre el tiempo-Marvel y el tiempo real transcurrido con la publicación de los cómics por parte de la editorial. En términos de historia, simplemente es Hulk luchando contra los citados Campeones.

Por último, sólo comentar el trabajo de Aaron Lopresti en la serie regular, que me parece que haciéndose cargo del gigante verde está firmando sus mejores números en cómics Marvel; y de Juan Santacruz en el número especial, que sabe plasmar de la forma adecuada esa sensación de cómic setentero aunque de factoría actual.

7/10

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